Ayudo a empresas a alinear su estrategia, cultura de equipo y marca con su propósito energético real.
Lo hago con Numetika®, un método propio que fusiona estrategia númerica, branding energético y liderazgo consciente.
No soy lo que esperas de una consultora.
Ni lo que esperas de una numeróloga.
Ni siquiera lo que esperas de una página web.
Soy una mujer rompedora. Literal.
Rompo estructuras, rompo esquemas, y si hace falta, rompo ese Excel que llevas años forzando cuando en realidad… tu empresa te está pidiendo otra cosa.
Lo que me mueve es lo nuevo, lo que nadie ha probado, lo que suena a “esto no se puede hacer”.
Ahí es donde sé que sí es para mí.
Pero no siempre fue así.
Hace años aprendí (a golpe de decisiones mal sincronizadas) que forzar los tiempos solo te lleva a frustrarte y equivocarte.
Por eso hoy mi método, NUMETIKA, honra los ciclos, los momentos, el pulso real de tu empresa.
Y si hay algo que me pone en mi máximo flow, es esto:
Una sala, un grupo de personas, una dinámica que rompe el hielo y un juego que lo cambia todo.
Ahí, soy yo. Sin filtros. Sin PowerPoints. Solo pura transformación.
No es que tu empresa esté mal.
Es que está luchando contra su propia energía.
Y eso agota.
Bloquea.
Y te deja sintiendo que haces de todo, pero nada termina de cuajar.
NUMETIKA te da conocimiento. Y el conocimiento, cuando vibra, es poder.
Poder para entender lo que pasa de verdad en tu negocio.
Poder para dejar de remar a contracorriente.
Poder para tomar decisiones con sentido, y no con estrés.
No vengo a alinear tu empresa porque suene bonito.
Vengo a mostrarte su vibración real, y ayudarte a fluir con ella, no contra ella.
Con líderes que no necesitan una crisis para despertar.
Con personas que ya intuyen que hay algo más,
y que se atreven a comprobarlo.
Si eres de los que se quedan en el “esto siempre se ha hecho así”
o los que te dicen que “el Excel ya lo resuelve todo”…
Mejor ni me llames.
No porque no pueda ayudarte, sino porque yo no trabajo desde el miedo, ni desde la rigidez, ni desde el clasismo empresarial.
Trabajo con los que se lanzan sin saber si hay red.
Con los que prueban.
Con los que saben que lo nuevo no es locura, es evolución.
Cuando un CEO me dice:
“Lidia, no solo ha cambiado la empresa. He cambiado yo.”
Ahí es.
Ahí valió la pena.
No me interesa que me digas “qué bonito todo” después de una sesión.
Me interesa que vuelvas a mí seis meses después
y me digas que estás tomando decisiones con más claridad, menos lucha y más resultados.
Podría decirte que soy única (y sí, un poco sí),
pero lo que me diferencia es que no te voy a vender humo ni chakras mal alineados.
Yo vengo con:
Datos.
Números.
Estudios reales sobre energía y vibración.
Y un enfoque que mezcla ciencia, estrategia y humor negro si hace falta.
Porque la energía es real.
Y si sabes leerla, puedes liderar desde otro lugar.
Una vez tuve una empresa de bolsos.
Bonita, cuidada, con todo para funcionar.
Pero algo no cuadraba. Las cosas no fluían.
Y no entendía por qué, hasta que analicé su diseño NUMETIKO.
Resultado: tenía la vibración de Moisés.
¿Moisés?
Sí.
La energía de alguien que flota en una cesta. Que espera ser salvado.
¿Te imaginas vender bolsos con esa energía?
Yo tampoco.
Fue ahí donde entendí que no basta con tener ideas, estrategia y diseño.
Hay que saber con qué energía nace un proyecto, qué quiere ser, y qué pide de ti.
Y eso es lo que hago ahora. Pero con empresas enteras.
Imagina un círculo.
Y debajo, un semicírculo como un halo.
Y rayos que salen hacia fuera.
Ese es mi símbolo.
Lo visible y lo invisible comunicándose.
Y en colores…
Piensa en un universo elegante con toques eléctricos.
Piensa en algo que mezcla el arte ritual con una carcajada inesperada.
Con una mezcla peligrosa:
Estratega + Rebelde.
La cabeza piensa, pero el corazón no se calla.
Mi humor es muy humano.
De rimas tontas, chistes malos y ese “pero bueno…”
que te saca una risa cuando no te la esperas.
Porque cuando conectas desde la risa, se abre la mente.
Mi contenido no está hecho para escépticos ni fanáticos.
Está hecho para los que dicen:
“No sé qué es esto… pero me está tocando algo por dentro.”
Parece pequeño.
Pero da fruto todo el año.
Tiene raíz fuerte, esencia dulce… y cuando lo pelas, te despierta.
Eso quiero que sientas.
No una revelación mágica.
Sino una verdad que ya sabías pero no te habías atrevido a escuchar.
Que cada persona de tu equipo ocupe el lugar que le corresponde.
Que se deje de luchar contra lo que no vibra.
Y que lo implementen no porque esté de moda…
sino porque les hace felices y les da paz.
Que todo ser vivo vibra.
Que toda empresa es un organismo.
Y que ignorar su energía es como intentar curar a alguien sin saber lo que siente.
Me lo han discutido. Me han dicho loca.
Pero aquí estoy, con mi tesis en la mano, los datos en la otra, y una sonrisa de las de “pero bueno…”
Antes me daba miedo mostrar esta parte tan mía, tan auténtica.
La que estudia, investiga, cree.
La que se atreve a construir algo tan raro como necesario.
Pero ahora sé que si no lo hago yo, quién. Y si no es ahora, ¿cuándo?